jueves, 27 de diciembre de 2012

Eso de ser el Diablo

...no es coincidencia.
Y no es porque sea malo.
Mucho menos porque sea mala influencia, aunque lo sea.
Es porque vivo en un constante infierno.
Un infierno de dudas. Un infierno contextual.
Un infierno mental. Un infierno de concreto.
Un infierno mientras estoy despierto. Otro infierno mientras estoy dormido. Y otro en medio.
El Diablo es el que se rige a través de su propio infierno. O a través de sus propios infiernos.
Aquel que sobrevive, aquel que no tiene piedad para los condenados. Cuando el condenado es él mismo realmente.
Soy un Pobre Diablo, pero al menos el Infierno es mío.

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