domingo, 10 de febrero de 2013

Paz

Estoy experimentando una sensación que sinceramente no recorría mi cuerpo hace muchos años.
Se trata de una calma silenciosa, el suave aliento de las madrugadas frías que tanto me encanta sentir.
Insisto en pensar que la sensación es tan agradable porque refleja un balance particular de las cosas en mi vida.
Sin embargo por mucho que lo miro, esto no puede ser más alejado de la verdad.
Mi vida amorosa es un chiste. Mis finanzas una espiral. Mis ganas de mantenerme optimista de disipan de vez en cuando y suelo sentirme misántropo. Aunque bien es cierto que muchas otras cosas está pero que muy bien, pero llevan así mucho tiempo, y no había logrado sentirme acariciado por esa sensación de nuevo.
Esa sensación de una Paz tranquila y amigable, una Paz que me sonríe sin motivo aparente. Que hacen que mi insomnio latente sea una belleza, y que lo pueda aprovechar leyendo, escribiendo, escuchando música que pone a funcionar los engranajes de mis distintos sentimientos.
Yo no sé explicar que es. Pero es maravilloso.

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